Por Tomas:
I KEDADA VALENCIANA DE LANDROVEROS
Villalonga-Vergel, 27 de junio de 2004
Crónica de una jornada inolvidable
A pesar de que todos los indicios apuntaban a que íba a ser una jornada excesivamente calurosa, por encima de los 40 grados, el tiempo acompañó y permitió que los amantes valencianos de los Land Rover celebraran su primer encuentro en tierras interiores de la comarca valenciana de La Safor. Los percances que sufrieron durante la jornada, no impidieron el disfrute y la alegría en una jornada inolvidable.
El motivo del encuentro era pasar de la frialdad de la pantalla del ordenador al “cara a cara” y podemos decir que lo conseguimos. Eliminamos la barrera y la frialdad de una mesa y una silla en casa, en el despacho, o allá donde cualquiera tenga acceso a Internet, para poder hablar, conocernos, entablar contacto personal y pasar un día en contacto con la naturaleza. Se intercambiaron teléfonos, direcciones de correo, experiencias personales, etc....y sobre todo nos conocimos. El objetivo se cumplió con creces.
El día apareció sin nubes, soleado, ligera brisa, Ideal para una jornada de este tipo. El punto de encuentro un acierto, fácil de encontrar para todos. Vamos llegando y nos juntamos hasta doce vehículos. No está nada mal para ser la primera vez, teniendo en cuenta la no oficialidad del acto.
A las 10.00 salimos hacia Villalonga para empezar la ruta del tren. Primera parada en Villalonga para organizar tres grupos. La legislación nos impide ir más de cuatro en caravana por el monte. Primeras fotos. A algún despistado se le ha olvidado comprar bebida. Salva nos da indicaciones. El camino es muy estrecho. Seguramente nos encontraremos con ciclistas y gente andando. Así fue. Menos mal que no nos cruzamos con otros vehículos.
Iniciamos la aventura. Primero, los túneles del tren. El trayecto precioso, junto al rio Serpis, atravesando los túneles por donde antaño circulaba el ferrocarril inglés que transportaba la producción textil de Alcoi al puerto de Gandía, cómo bien nos explicó Salvador Minyana, diseñador de la ruta.
El primer grupo llega sin problemas al siguiente punto de reunión. El segundo también. ¿Qué pasa con el tercero?. ¿Se han perdido?. No, pensamos todos. Van con Quique y él conoce la ruta. Salva decide ir a por ellos. Es evidente que algo ha pasado. Al final aparecen.
Desgraciadamente nos enteramos de lo ocurrido. Dos integrantes del grupo han recibido la triste noticia del fallecimiento de su abuelo y tienen que regresar. La falta de cobertura impidió la comunicación de la noticia en un primer momento y por eso la espera. Desde aquí les mandamos un fuerte abrazo.
Bien, decidimos que es un buen momento para almorzar y hacer la foto oficial del encuentro. Primero bocatas, rehidratación, primeras cervezas, Luego, la foto. Son ya las doce del mediodia. Antes de almorzar nos abandonan Vicente Castell e “Imperauto”. Tenían otros compromisos pero no quisieron dejar pasar la oportunidad de conocernos.
A partir de aquí iniciamos la ruta de montaña pura y dura. Vadeamos el Serpis, subidas, bajadas, curvas, piedras, polvo, etc. Lo que buscamos. El paisaje bonito de verdad. Las lluvias de la primavera han hecho del campo una maravilla en esta época.
Salvo el primer percance, todo marcha maravillosamente bien. El comandante Minyana, junto con el Alférez Tomasete Junior, al frente del convoy. En determinado punto del camino nos encontramos una vallas que nos cierran el paso. ¡A quién se le ocurre ponerle puertas al campo!. Con la dirección de Salva y la colaboración de todos los demás, sorteamos la dificultad.
Quique y Duyu nos abandonan. Comuniones. En fin, otra vez será.......
Al parar nos dimos cuenta que un vehículo perdía agua. ¿Un Land Rover?. No, ¡Imposible!. Llevábamos un intruso en el convoy y no nos habíamos dado cuenta. ¡UN JAPO!. ¡Qué horror!. (Dani, no te enfades,va de retro). El caso es que el pobre Dani no pudo poner a punto su Land Rover, pero no se quería perder la experiencia de nuestro primer encuentro. Decidió coger su Nissan y venirse con nosotros. Todo un acierto. Eso sí, antes pidió permiso al foro. ¡Qué cachondo! Fue uno de los animadores de la jornada.
Perdía agua. No mucha, pero algo. ¿Algo?. En este punto, risitas, jejeja, jajaja, un japo, ya se sabe, tal, cual, o sea, el sarcasmo y la socarronería aparecen e invaden los cruces de palabras. Dani aguanta estoicamente el cachondeo. Cómo no pierde mucha agua, Dani rellena y decidimos seguir.
Se produce un intercambio al frente del convoy. Xavier conoce ahora la ruta. Vamos hacia Benisili para empalmar con la carretera que baja hacia Pego, y de allí al Safari Park. Volvemos a las bajadas, subidas, vueltas y revueltas, izquierda, derecha, polvo, mucho polvo y piedras. Ya se sabe.
Llegamos a una fuente que hay en el camino. Paramos. Imposible seguir. El Nissan parece una parturienta que ha roto aguas. Son las 3 de la tarde. Tomás lleva manguitos. Vamos a ver si sirve alguno. Negativo. Entonces empiezan las dudas, ¿lo arreglamos?, ¿lo dejamos?, ¿nos vamos?. Estamos muy lejos de la civilización.
Dani empieza a sufrir convulsiones, tira espuma por la boca, los ojos se le salen de las órbitas, se le hinchan los músculos y ¡Zas!. Ya no es Dani. Es McGyver. Suena la música, corta manguito de aquí, desatornilla por allá, se mete bajo del coche, abrazaderas nuevas que no van, empalmo otra vez, y voilá!. Rellenamos con agua de la fuente y el japo no pierde. ¡Aleluya!. Seguimos en ruta. Directos a la paella.
Sólo un pequeño problema. Son las cuatro de la tarde. Ronda en el ambiente una duda, ¿Estará esperándonos la paella?
Enfilamos hacia el Safari. No hay mas paradas. La caravana se pone en marcha. Todo va bien.
Bajada por La Vall d’Alcalá, pasamos por Lorxa, hasta Pego. Se nota que Xavier conoce la ruta. Y bien que la conoce, doy fe. Las vistas son espectaculares, el mar al fondo. ¡Quién no se hubiera dado un buen baño!. La caravana circula perfectamente organizada. A toda velocidad. El hambre aprieta.
Cinco y pico de la tarde. Llegamos al Safari Park. Directos al restaurante. Nuestra paella la han vendido. ¿La han vendido?.
Salva saca la navaja, Xavier placa con su estilo al camarero, Jorge le coge del cuello y Dani le muerde la oreja. ¡Queremos nuestra “paela”!............ Alto, alto, alto. Esto no sucedió en realidad. Es pura ficción. Pero hubiera podido suceder, quién sabe.
Normal. ¿Quién encarga una paella para las tres de la tarde y llega a las cinco?. Pues nosotros. ¡Qué pasa! Aún así, nos dan de comer. Hamburguesas, bocadillos y ensaladas. Fenomenal. Sinceramente, se portaron muy bien.
Mientras todos comen tranquilamente, los niños se bañan con las focas. Y algún padre y madre aguantan estoicamente el baño de sus retoños. Un servidor y la mujer de Xavier (perdona, no recuerdo tu nombre), nos comimos la hamburguesa a las seis de la tarde. Y sabía a gloria. Creo que es la mejor hamburguesa que he comido en mi vida.
Luego, paseo por los tigres, los leones, los avestruces, linces, pájaros, monos, landroveros llenos de polvo y sudorosos (sólo algunos, que los hay con aire acondicionado y elevalunas eléctricos). Empiezan los primeros comentarios sobre lo bien que ha ido todo y dado que se acerca el final de la jornada, empezamos a hablar sobre la siguiente kedada. Un lujo.
Aparecen los síntomas de una dura y bonita jornada de ruta y convivencia. Las caras reflejan que desde las siete de la mañana estamos en danza y el día empieza a hacer mella. Las caras son de cansancio, pero también de satisfacción. Satisfacción porque, a pesar de todo, hemos pasado un día fabuloso, nos hemos conocido y hemos disfrutado. Son, si no recuerdo mal, las ocho de la tarde. Despedidas, besos, abrazos, risas, .........., ¿cuándo será la siguiente?....insistimos... ¿Castellón?, .......¿Siete Aguas-Requena?........., Da igual. Lo importante es pasarlo bien y disfrutar. Y doy fe que lo hemos conseguido.
Hoy he leído en el foro que ya empezamos con ideas para la próxima. Con acampada y todo. Confirmación de que todos los pasamos bien, muy bien. Seguro que alguno ya está mirando mapas, rutas, puntos de encuentro, donde comer, etc, etc, etc.
Por último y para el recuerdo de nuestro encuentro, voy a intentar citaros a todos a continuación: Quique Salavert; Salva Minyana; Duyu; Flipe; “Imperauto” (perdona campeón, pero no recuerdo tu nombre); Vicente Castell, esposa y futuro niño/a; Dani Arbona, el primo y el amigo (Los Tres Mosqueteros); Xavier, esposa, sus hijos Jean Luc y Onia y el perro (no se me olvide); Jorge Gorriz y su novia, y Tomás Marco (el que escribe), Isabel, nuestros hijos Tomasete y Laura, y nuestro lagarto (está encima del techo de nuestro Land Rover). Creo que están todos, a excepción de los dos Discos que se tuvieron que retirar al principio de la jornada. Si a alguien he omitido, ha sido un error involuntario. Disculpadme.
También posiblemente no he descrito adecuadamente la ruta que hicimos, pero creo que lo más importante era dejar constancia de lo bien que lo pasamos y que aquellos que no pudieron terminar la ruta por un motivo u otro, sepan que es lo que pasó.
Que siga la fiesta.
Tomás J. Marco
I Kedada Valenciana
28 de junio de 2004