En casa y en casi perfecto estado de revista.
La verdad es que el viaje fue toda una aventura. Ya os lo contaré con mas detenimiento en la comida de navidad.
Lo mejor del viaje es que vinimos casi del tirón, sin ninguna avería digna de reseñar. El coche se portó como un campeón y los últimos quince kilómetros, a pesar de ir cargado como un burro, se ponía a 90-100 tranquilamente.
Y dentro del viaje, lo mas "divertido" fue que el cacharro no frenaba absolutamente nada y nos hicimos los 700 kilómetros tirando de freno motor y freno de mano. Me harté de pegar pedaladas al del freno, de todos los colores, pero nada de nada.
Imaginaros la cantidad de puertos, bajadas, curvas, Serranía de Albarracín para arriba, para abajo, y algún puertecillo inesperado que nos encontramos por el camino..... (mejor no hablar de los navegadores),.... sin frenos.
A Salva, en algúnas curvas que tomé, me hubiera gustado verle la cara, jajajajajajjajaja
La anécdota del viaje: Salimos de Albarracín, dirección Ademúz. Después de dos horas y media, a traves de pistas forestales, puertos innombrables, curvas, vueltas, revueltas, conseguimos salir a una nacional, y la primera señal indicativa que vimos fue: ALBARRACIN 14 (¿navegadores o navegantes?).
Bueno, pues eso, que en el fondo lo pasamos genial y quiero agradecer desde aquí la compañia y colaboración de Salva y Reyes, que me acompañaron en esta pequeña aventurilla.
El próximo lo traéremos de mas lejos, jejejejejejejejjejejejejeje