El otro día entré solo por Vega de Pas.
Llegué a 3,7 kilometros de la boca, dando la vuelta justo antes del desprendimiento de una gran porción alargada del techo. De allí al gran desprendimiento no queda mucho, pero tampoco me esperaba nadie en dicho punto, y sí en la boca del tunel; concretamente mis amigos y mi mujer, que me habían dado un plazo de veinte minutos para verme salir.
Paré el coche, apagúe las luces, me bajé a oir el silencio y sentir la absoluta oscuridad una vez perdida la boca del tunel en la distancia, y pude comprobar que me pitan los oidos, porque silencio lo que se dice silencio, no pude sentir. ;D
Conforme vas adentrandote en la oscuridad y vas sorteando pequeños y no tan pequeños despredimientos del techo, y vas viendo el deterioro progresivo del interior, te vas preguntando con mayor insistencia "qué cáspita pintas ahí?"........
........ y llega un momento en el que la pregunta se va convirtiendo en cuestión de importancia, hasta que pisas el metro en el que la balanza aventura / riesgo alcanza el nivel....... En ese preciso metro es en el que paré, dí la vuelta, volví a parar totalmente a oscuras y bajé fuera del coche; y una vez montado de nuevo y en marcha fuí avanzando hasta volver a percibir un puntito blanco allá en el fin del mundo.
En el tiempo hay un segundo para cada uno. No era cuestión de esperar allí al mio teniendo en vilo a mi gente en el exterior.
Mi mas profundo reconocimiento a todas aquellas personas que se juegan el tipo a diario bajo tierra para que todos disfrutemos de una vida mejor.
La experiencia me la quedo grabada en la memoria y en la gopro: 6400 y pico metros del parcial corridos por dentro de esa cueva