Buenas compañeros,
Pues estuve de ruta/aventura hace un par de semanas. El motivo principal del viaje fue ver lince en libertad en la zona de Andújar, Jaén. Salimos por la tarde para llegar a hacer noche en la zona del río Rumblar, cerca de Andújar, llegamos de madrugada, frío terrible porque el termómetro tímidamente sobrepasaba los 0ºC a la 1 de la madrugada cuando llegamos. Cena rápida y amanecimos con una niebla densa y un guarda que desde lejos tomaba nota de la matrícula y se marchaba sin mediar palabra (es normal, estábamos en un sitio remoto en el que no se cómo llegó el dacia que llevaba).
Comenzó el primer día de "cacería" todo el día vuelta de un lado a otro por la pista más emblemática para ver linces sin mucha suerte, horas de espera en miradores pero cuando tiramos la toalla y nos íbamos al sitio que habíamos elegido para dormir (recordar que tengo el camper montado en el Disco y hacemos vida en él), vimos un grupo de gente agolpado a un lado de la pista. Mi mujer estába tan desanimada después de un día entero de búsqueda que me dijo: "si hay algo avísame", exacto, allí estaba el fantasma de nuestros bosques, con las últimas luces del crepúsculo conseguí ver a través del teleobjetivo de la cámara a aquel grupo de 4 linces (foto 2) cuando ella salió del coche ya habían desaparecido.
Volvimos al día siguiente con la intención de buscar linces en la misma zona, pero no hubo suerte, a última hora cruzamos el parque natural de Andújar buscando las grandes manadas de corzos, gamos y ciervos; buenas fotos y mucho disfrute viendo animales en ¿libertad?, conducción nocturna aprovechando que se hace de noche muy pronto para salir de Jaén, cruzar Ciudad Real y llegar a pasar la noche en la zona de Herrera del Duque en Badajoz (foto 8 y 9). Allí encontramos un sitio que estaba predefinido pero que fue perfecto, acceso fácil (si hablamos de Land Rover), intimidad y ambiente tranquilo. Buscando leña unos ojos aparecieron a unos 20 metros de mi ¿un lince? es casi imposible, pero el gusanillo de haber estado dos días buscando hizo que mi imaginación se derbordara. Cena al fuego y otro amanecer de intensa niebla.
Cruzamos Badajoz para llegar al centro de recuperación de fauna "Los hornos", cerca de Cáceres, allí teníamos una visita concertada con el objetivo de ver a NAutilius, un lince ibérico retirado del programa de cría en cautividad para evitar que extienda el problema genético que padece. Tener ese anima a dos metros después de pasar jornadas buscándolo en libertad fue algo que dejó un sabor agridulce que tardaría 3 párrafos en describir (foto5). Después de eso fuimos al monumento natural de los Berruecos, en Malpartida de Cáceres, visita agradable pero pocas aves para ver y fotografiar. Homenaje del viaje en un restaurante de Cáceres (recomendado por la guía Michelin que nunca falla). Vuelta a casa pasando por el Salto del Gitano en Monfragüe.
Llegas a casa matado del cansancio, sucio, comiendo poco a deshoras... pero dos semanas después te das cuenta de la intensidad de esos momentos que vives en contacto con la naturaleza, una experiencia que sin nuestro Land Rover hubiera sido mucho más descafeinada y sencilla.